El giro dado por ciertos países europeos en materia energética tras el accidente nuclear de Fukushima -como el anuncio de Alemania de que abandonará totalmente la energía atómica para 2022-, pero también el aumento del precio del petróleo y el carbón, han impulsado fuertemente el mercado de la madera.
Esta materia prima es reconocida como una fuente de energía renovable y neutra desde el punto de vista de las emisiones de dióxido de carbono.
Así lo revela la revista anual del mercado de productos forestales de la Comisión Económica de la ONU para Europa (UNECE), que indica que el consumo de productos forestales en general en las regiones de Norteamérica, Europa y los países del antiguo bloque soviético aumentó el 5,6 por ciento el año pasado.
Pero el crecimiento más marcado ha sido el experimentado en los últimos años por los "pellets" de madera (serrín compactado y que presenta un factor de combustión máximo), utilizados para la generación de electricidad, según la publicación divulgada hoy.
De una capacidad de producción de 9 millones de toneladas a nivel mundial -la mitad en Europa- se pasó a las 16 millones de toneladas el año pasado, dos millones menos que las capacidad total calculada.
Se estima que este año la producción alcanzará los 20 millones de toneladas y que el aumento anual del consumo será del orden del 11 por ciento hasta el año 2020.
Esta tendencia, sin embargo, puede resultar inquietante para otros sectores por lo que implicaría en términos de aprovisionamiento y del precio de la madera. Europa es el primer consumidor de "pellets", con Suecia como el primer comprador con el 20 por ciento del total mundial.
El primer exportador y principal abastecedor mundial es Canadá, aunque el organismo considera que esta situación evolucionará con el desarrollo de las capacidades de producción en Rusia.
De otra parte, la revista valora como "destacable" el crecimiento del sector forestal en China en el último decenio, con una producción que se ha duplicado en los últimos cinco años para alcanzar los 300.000 millones de dólares en 2010.
Entre 2009 y 2010, la producción de productos forestales en China aumentó el 29% y se ha convertido ya en el primer productor mundial de tableros de madera.
Asimismo, en los diez últimos años ha duplicado la de papel, pulpa y cartón, de los que ahora produce el 25 por ciento del total mundial.
Los expertos califican a la madera como una materia muy "versátil", pues además de los productos más obvios que se pueden extraer de ella, también participa en la producción de textiles, aditivos alimentarios (en base a celulosa), pantallas ópticas para ordenadores portátiles, teléfonos móviles, entre otros artículos.