El 60% de las playas brasileñas presentan un alto nivel de contaminación y, al menos, un tercio no son aptas para el baño, según desvelado un estudio elaborado por el diario Folha de Sao Paulo.
El 29% de las zonas de baño de sus 8.000 kilómetros de costa presentan un estado "malo o pésimo", no apto para bañistas, y solo el 42% tiene condiciones "óptimas para el baño".
Los viajeros que busquen playas paradisíacas de aguas cristalinas tendrán que cambiar los destinos clásicos como Río de Janeiro y desplazarse hacia los estados del sur, como Río Grande do Sul o Paraná, zonas menos frecuentadas por los turistas pero que presentan un agua con mejor calidad.
En Río de Janeiro, por ejemplo, las playas de Botafogo y Flamengo son las que presentan peores condiciones, pero las populares Copacabana e Ipanema estás también contaminadas debido al impacto de la polución de la bahía de Guanabara.
"La bahía de Guanabara es un basurero de todas las aguas fecales de Río" y "las playas de Copacabana e Ipanema tienen el drenaje de estas aguas sucias", explica el biólogo brasileño Mario Moscatelli.
Este problema se agrava con la basura que los bañistas dejan en la playa a diario, como restos de comida, platos de plástico, bolsas, botellas, botes de cerveza, colillas de cigarrillos y envases y cajas de cartón.
En total, se recogen en las playas cariocas una media de 120 toneladas de basura durante la semana, mientras que los domingos llegan a las 180 toneladas. Solo en fin de año, se recogieron 558 toneladas de basura en la playa de Copacabana debido al popular "reveillón", donde se congregan cientos de miles de personas para ver el espectáculo de fuegos artificiales.
Para resolver este problema, los expertos piden una decidida acción política y denuncian que "los políticos viven otra realidad", "no tienen conciencia" y "se aprovechan del sistema de limpieza".