Un equipo de ingenieros ambientales e investigadores de salud pública de la Escuela de Ingeniería Cockrell en la Universidad de Texas en Austin, en Estados Unidos, han sido los responsables de este estudio. Para realizarla, han analizado la contaminación a partir de las partículas en suspensión del aire (PM) menores de 2,5 micrones.
Respirar PM2,5 se asocia con un mayor riesgo de ataques cardíacos, derrames cerebrales, enfermedades respiratorias y cáncer. Este tipo de contaminación proviene de plantas de energía, automóviles y camiones, incendios, agricultura y emisiones industriales.
El equipo utilizó datos del Estudio de Carga Global de Enfermedades para medir la exposición a la contaminación del aire PM2,5 y sus consecuencias en 185 países. A continuación, cuantificaron el impacto nacional en la esperanza de vida para cada país individualmente, así como a nivel mundial.
Las cifras de la contaminación del aire son "bastante graves". En países como India y China, el beneficio para las personas mayores de mejorar la calidad del aire sería "muy importante. Así, si se eliminara la contaminación del aire como un riesgo de muerte en una gran parte de Asia, las personas de 60 años tendrían del 15 al 20% mayor posibilidad de vivir hasta los 85 años o más", concluye Joshua Apte, el director de la investigación.