"No sabemos qué causó exactamente el accidente y el Gobierno japonés continúa minimizando el nivel de radiactividad en las zonas que tuvieron que ser evacuadas. Es trágico e inaceptable", ha explicado el director de la organización ecologista en Japón, Junichi Sato.

Para los ecologistas la crisis de la planta Fukushima Daiichi, que está siendo desmantelada en la actualidad, ha sido "uno de los peores accidentes industriales en la historia" y a su juicio los gobiernos deben apostar urgentemente por la "energía limpia, renovable y segura".

Por otro lado, la organización ecologista ha pedido al Gobierno japonés y a la compañía Tokyo Electric Power, propietaria de la planta atómica, dar prioridad a la "seguridad y al medio ambiente" y apuntó que el cierre de la central de Takahama, ordenado por un tribunal nipón esta semana, es "una señal de que la energía nuclear no tiene futuro en Japón".

Greenpeace acaba de concluir un estudio de impacto mediomabiental que el accidente de Fukushima ha tenido en la costa de esta prefectura del noreste de Japón y cuyo resultado presentará en los próximos meses.