Frenar la subida de la temperatura en el planeta es responsabilidad de los gobiernos en materia de acuerdos, pero al llegar a la práctica, reducir las emisiones depende también de los ayuntamientos.
Cerca de 200 países se han unido para combatir el ascenso de temperaturas y el informe "El transporte en las ciudades: un motor sin freno en el cambio climático", realizado por Greenpeace y presentado en Madrid por Mario Rodríguez y Mariano González, (director y portavoz de energía de esa organización, respectivamente), aborda las claves que apuntan que la colaboración de los ayuntamientos es imprescindible para cumplir el Acuerdo de París sobre el cambio climático.
El estudio concluye que el transporte es responsable del 10% de las emisiones de CO2 que se emiten en España. De ese 10%, casi la mitad (un 40%) corresponde a la movilidad en zonas urbanas, por lo que acturar sobre ella es vital para cumplir los objetivos climáticos.
En el informe, Greenpeace insta a los Gobiernos locales un objetivo que desde la asociación consideran "razonable y viable". Proponen a los gobiernos locales que reduzcan las emisiones del transporte un 50% en 2030 respecto los niveles de 2012.
La ocupación media de los vehículos, que actualmente se sitúa en 1,6 personas por coche, tendría que mejorar un 15% hasta estar en 1,9 personas por vehículo. También, la ocupación de los autobuses debería pasar de 13 a 17 personas.
"Hemos analizado los planes de movilidad urbana vigentes y hemos visto que hay que rehacerlos con objetivos y medidas más ambiciosas, que además deben contra con un seguimiento exhaustivo de su cumplimiento", ha incidido el responsable de Greenpeace.
En el informe, la ciudad que mejor parada sale es Barcelona, ya que su plan de movilidad y su área metropolitana "son los que más elaboración presentan". Le siguen Madrid, Valencia, Málaga y Sevilla.