El ciclón que cruzó el Ártico el 30 de diciembre se formó dos días antes en el Atlántico Norte. Su intensidad fue tan fuerte que, a pesar de que las bajas presiones duraron sólo unos días, descogeló algunas zonas del mar helado e impidió que se recuperara para afrontar el resto del invierno. La masa de aire extremadamente cálida y húmeda asociada con el ciclón causó una cantidad de energía equivalente a la energía utilizada en un año por medio millón de hogares estadounidenses, y fue transferida de la atmósfera a la superficie del hielo marino en la región de Kara-Barents.¿Cuál fue el resultado? el hielo marino disminuyó en 10 centímetros como media aproximadamente. Además, a la veZ, los vientos de tormenta empujaron los bordes de hielo marino compactando la capa de hielo marino. "Durante el ciclón, el hielo marino se retiró hacia el norte, causando una pérdida de cobertura igual al área del estado de Florida", explicó en un comunicado Linette Boisvert, autor principal del estudio y científica del hielo marino en el Goddard Space Flight Center de la NASA.Los expertos utilizaron datos del instrumento AIRS (Atmospheric Infrared Sounder) de la NASA, a bordo del satélite Aqua, para estudiar los efectos atmosféricos de esta tormenta en el hielo marino, específicamente la evolución de la temperatura del aire y la humedad durante la tormenta. También compararon el ciclón con otros eventos extremos de los últimos inviernos desde 2003, año en el que AIRS comenzó a recopilar datos.Las proyecciones modelo del hielo marino del Ártico muestran que el espesor del hielo seguirá disminuyendo en las próximas décadas, haciendo que la capa de hielo marino sea aún más vulnerable a las tormentas de invierno. "En nuestro estudio, encontramos que el hielo más delgado fue completamente derretido por la tormenta", dijo Alek Petty, co-autor del estudio e investigador de hielo marino en Goddard. "Tal vez en los próximos años, si comenzamos con una capa de hielo de invierno más delgada, veremos que eventos extremos como éstos causarán derrumbes aún más grandes en todo el Ártico".Los científicos no están seguros de que esté relacionado con el cambio climático, pero sí de que estos fenómenos se repetirán en el futuro.