El Consejo de Estado de China ha aprobado la inversión multimillonaria para la promoción de las energías renovables. En total, la suma alcanzaría los 365.000 millones de dólares, unos 345.000 millones de euros que irán destinados a un nuevo plan para luchar contra la contaminación.
Con este proyecto se crearan más de 13 millones de empleos, en un plan que pretende renovar el modelo de producción energética del país mediante el ahorro de energía y la reducción de emisiones para 2020.
Este año será la fecha tope para frenar el consumo de carbón, que deberá reducirse en un 15%, llegando a las 5.000 millones de toneladas. El carbón es la principal fuente de energía del país y representa hasta el 64% del consumo energético.
A esta medida se le suma otras como el aumento de los controles de las emisiones nocivas, el desarrollo de la económica circular, la mejora de la gestión y un mayor apoyo a las políticas de financiación.
Sin embargo, los niveles de contaminación siguen siendo 14 veces superiores a los recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Un día como hoy, a las 11:00 hora local (03.00 GTM) los niveles de contaminación en la capital pueden alcanzar los 343 microgramos de partículas PM 2.5, las más dañinas para la salud.
Los más afectados son los niños, por ello, ciudades como Pekín han comenzado a instalar purificadores de aire en las escuelas.
Pero algunas personas celebran con prudencia la decisión, ya que la han tomado como "medidas a corto plazo" que se concentrar en tratar de limpiar el aire contaminado, en lugar de atajar las emisiones de partículas nocivas.