"Esto influye en la calidad de vida de los ciudadanos, ya que puede causar problemas respiratorios, muertes prematuras y acortar la esperanza de vida", subrayó el director de la AEMA, Hans Bruyninckx, con motivo de la presentación del último informe de la organización, que tuvo lugar en un acto organizado por el centro de estudios EPC (European Policy Centre).

Bruyninckx pidió a los ocho Estados miembros que aún incumplen la normativa comunitaria -España, Francia, Alemania, Austria, Bélgica, Finlandia, Irlanda y Luxemburgo- que apliquen las normas, pero también envió un mensaje a los ciudadanos europeos, a quienes instó a reflexionar sobre el impacto ambiental de decisiones como el modo de transporte que eligen para desplazarse.

Los datos facilitados por la AEMA señalan que varias ciudades españolas siguen incumpliendo los niveles recomendados de concentración sobre todo de ozono troposférico (O3) y de dióxido de nitrógeno (NO2).

El caso más llamativo es el de Cáceres que es la tercera ciudad de la UE que más días de media sobrepasó los umbrales recomendados de O3 (98 días). También destacan Madrid y Barcelona que no respetaron los techos permitidos de NO2, producido en gran parte por los vehículos diesel, durante 39,9 días y 36,9 días, respectivamente, lo que situó a estas ciudades en undécima y vigésimo cuarta posición.

En cuanto a la concentración de partículas PM10, presentes en las emisiones contaminantes de la industria, el tráfico y la calefacción doméstica, y de  dióxido de azufre (SO2), los ejemplos son menos representativos para España. La concentración de PM10 superó lo recomendado en Bilbao (58 días) y Sevilla (23 días), aunque muy lejos de los niveles más elevados de incumplimiento en la UE.

El comisario europeo de Medio Ambiente, Janez Potocnik, por su parte, afirmó que la calidad del aire es una preocupación central para muchas personas que reclaman una actuación de las autoridades incluso en tiempo de crisis, y aseguró que el Ejecutivo comunitario está preparado para responder a esas preocupaciones.En concreto, anunció que Bruselas planea presentar nuevas normas sobre calidad del aire entre las que figurará una directiva revisada sobre límites nacionales de emisión.

Potocnik recordó que la polución del aire es la principal causa medioambiental de muerte en la UE y precisó que en 2010 ocasionó más de 400.000 muerte prematuras, 10 veces más que las muertes en accidentes de tráfico.La concentración elevada de partículas PM10, SO2, NO2 y O3 en el aire pueden ocasionar asma, problemas cardiovasculares, cáncer de pulmón y muerte prematura, por eso la directiva comunitaria de calidad del aire, que entró en vigor en 2005, ya exige a los Veintiocho que no superen ciertos límites más de un número determinado de veces al año.