Un equipo de expertos ha estudiado la población joven de estos roedores semiacuáticos mediante localizadores electrónicos, lo que les permite conocer sus hábitos y rutas de expansión.
Los castores son importantes porque ayudan a remansar el agua y, aunque estén asociados a zonas empantanadas y puedan causar daños, son útiles en terrenos secos porque construyen presas que ayudan a mantener la humedad por la ralentización del flujo de agua en la corriente y la formación de humedales con ricos sedimentos que benefician al ecosistema y, de esta forma luchan contra la sequía, según los investigadores.
Países como la República Checa, Noruega o Rusia dedican un esfuerzo grande para analizar esta especie animal y protegerla. La República Checa cuenta con una población de unos 5.000 castores, según datos de los investigadores.
Los expertos recordaron que los castores se encuentran bajo la amenaza de cazadores furtivos y de una legislación que no los protege a ultranza, sino que admite excepciones en caso de necesidad.