Esta superficie, la sexta menor desde que los satélites espaciales comenzaron el seguimiento en 1979, se aleja del récord de 2012, cuando se registró el mínimo de 3,41 millones de kilómetros cuadrados (1,31 millones de millas cuadradas).

La extensión actual, medida el 17 de septiembre, se sitúa un 19% por debajo de la medida de los últimos 36 años, es decir, es 1.199,2 kilómetros cuadrados (463,000 millas cuadradas) menor que el promedio. Septiembre es el mes en el que el hielo del Ártico registra su menor extensión del año, coincidiendo con el fin del verano en el hemisferio norte.

"El verano comenzó relativamente fresco y careció de las grandes tormentas y vientos persistentes que pueden romper el hielo e incrementar su fusión", ha explicado Walter Meier, investigador del Goddard Space Flight Center de la NASA, en un comunicado. El deshielo provocado por el calentamiento global preocupa a la comunidad científica, que alerta de que podría tener como consecuencia la alteración del clima cada vez más al sur.