Guillermo Palomero, presidente de la Fundación Oso Pardo, ha advertido de que el periodo de hibernación de los osos pardos disminuirá debido al cambio climático y de que no será de forma gradual, sino que irá a golpes.
La imprevisibilidad de los fenómenos provoca que la nevada y la sequía del sigo puedan producirse en años contiguos, por lo que será necesario analizar los cambios en el comportamiento de los animales y cómo se van adaptando a ellos.
Hasta ahora, se ha demostrado que existe una mayor actividad invernal, debido a que muchos ejemplares no han hibernado sino que han permanecido activos, sobre todo osos jóvenes y osas con crías pequeñas.
Anteriormente, la fundación también detectó casos de hembras que permanecieron activas con pocas nevadas, debido a que el fuerte desgaste por alimentar a su prole, provoca que opten por seguir alimentándose en lugar de hibernar.
En lo que respecta a su alimentación, como los frutos silvestres, su maduración se está adelantando y esto provoca un riesgo de que no lleguen a madurar por completo.
La conservación de esta especia se lleva a cabo a través de diferentes iniciativas y, una de ellas, es el proyecto Life Oso, que persigue mejorar la adaptabilidad de este animal al cambio climático, a través de plantaciones de especies de alto interés, pero también informar y sensibilizar sobre la evolución de su comportamiento.