Esas son algunas conclusiones del último informe anual ’10 nuevos conocimientos en la ciencia climática’, impulsado por Future Earth, The Earth League y the World Climate Research Programme y que ve la luz anualmente coincidiendo con las Cumbres del Clima. La de este año, conocida como COP29, comenzará el próximo 11 de noviembre en Bakú (Azerbaiyán).
El documento, elaborado por más de 80 investigadores de ciencias naturales, sociales y climáticas pertenecientes a 45 países, revisa los hallazgos más relevantes en la ciencia del clima durante los últimos 18 meses y ofrecen 10 ideas clave para las negociaciones de la COP29. "Este informe confirma que el mundo se enfrenta a retos de escala planetaria, desde el aumento de las emisiones de metano hasta la vulnerabilidad de infraestructuras críticas. Demuestra que el aumento del calor, la inestabilidad de los océanos y el vuelco de la selva amazónica podrían llevar a partes de nuestro planeta más allá de los límites habitables”, según Johan Rockström, director del Instituto Potsdam para la Investigación sobre el Cambio Climático y copresidente de The Earth League.
Países vulnerables
Así, los autores indican que los fenómenos climáticos extremos ponen en peligro a las mujeres embarazadas y a los niños no nacidos y, a su vez, amenazan décadas de progreso en materia de salud materna y reproductiva. "Los récords de temperatura global siguen batiéndose, lo que aleja cada vez más los objetivos del Acuerdo de París y agrava las amenazas a la salud materna.
Esto es especialmente grave en los países vulnerables al clima, ya que se ve agravado por el acceso limitado a la educación y los bajos ingresos, además del deterioro de la infraestructura crítica que compromete aún más la seguridad alimentaria, el saneamiento y los servicios de atención de la salud”, apunta Jemilah Mahmood, directora ejecutiva del Centro Sunway para la Salud Planetaria. Sunway añade: “La preparación para los extremos de calor, incluidos los sistemas de alerta temprana, debe ser una prioridad a escala nacional y regional. Si no se toman medidas, las consecuencias podrían ser catastróficas. Si no se producen cambios sistémicos, las generaciones futuras se verán afectadas".
El informe destaca que persiste el calentamiento de los océanos y se siguen batiendo récords de temperatura de la superficie del mar, lo que da lugar a fenómenos de El Niño mucho más graves, con pérdidas económicas mundiales de casi 100 billones de dólares durante el siglo actual. Además, indica que la Amazonia se acerca a umbrales críticos, ya que la deforestación, la degradación forestal y el cambio climático convierten partes de los bosques de sumideros de carbono en fuentes de carbono. Igualmente, subraya que los niveles de metano han aumentado desde 2006 y que la reducción de la contaminación del aire ha mejorado la salud pública, pero los impactos de la reducción de los aerosoles interactúan con el clima de una manera más compleja.
Necesidades ciudadanas
Otras ideas clave son que el aumento de las temperaturas y los niveles de humedad están empujando a las personas más allá de los límites de las condiciones climáticas habitables y que la infraestructura crítica se está volviendo cada vez más vulnerable a peligros climáticos más frecuentes e intensos. Además, muy pocas ciudades han integrado estrategias de mitigación y adaptación en sus planes de acción climática y existe una brecha de gobernanza y competencia por los minerales de transición energética y la toma de decisiones participativa. “Ignorar la preparación y las necesidades de los ciudadanos a la hora de diseñar e implementar políticas climáticas conducirá, en última instancia, a la pérdida de muchas oportunidades a corto plazo debido a una política climática debilitada e ineficaz”, recalca Joyashree Roy del Instituto Asiático de Tecnología