Los responsables del parque de la Naturaleza de Cabárceno trabajan en varios proyectos que "seguro fructificarán" en un futuro para que lleguen a Cabárceno nuevos inquilinos lo que supondría un nuevo hito a sumar a una instalación que ha cumplido este año un cuarto de siglo de vida.
Cabárceno es un referente turístico y zoológico a nivel internacional, sobre todo, por el trabajo que desarrolla en la conservación de especies en peligro de extinción y en el ámbito de la investigación.
El jefe de Servicios Veterinarios, Santiago Borragán, ha estado prácticamente esos 25 años y asegura que fue "un gran acierto fabricar Cabárceno por la novedad que representó en 1990 la manera de gestionar a los animales que, con el paso del tiempo, se ha demostrado también como "un acierto".
Cabárceno cuenta con 750 hectáreas en las que "conviven" animales de más de 120 especies, muchas de las cuales están en peligro de extinción. Borragán recuerda que Cabárceno "irrumpió como un elefante en una cacharrería", ya que consiguió "romper" con casi todas las normas y las pautas que había en el mundo de los zoológicos.
El parque acabó con la idea de que los animales debían estar en grandes fosos o rodeados de altas vallas. Y es que los animales "entendieron" que el recinto que se les ofrecía, con unas vallas de 1,20 metros de altura, "era suficiente para ellos, por lo que no necesitaban escaparse".
El trabajo que se realiza en el campo de la reproducción de especies en peligro de extinción constituye uno de los logros fundamentales que, aunque es una de "las tres patas del banco" en las que debe basarse cualquier instalación zoológica, junto al bienestar animal y la educación ambiental, se sustenta en los resultados obtenidos.
Cabárceno cuenta en la actualidad con el grupo más importante de elefantes africanos en cautividad que hay fuera de África. En concreto han nacido 16 ejemplares, lo que ha supuesto romper la dinámica de la especie, ya que, entre 1700 y 1990, sólo se habían producido en Europa 12 partos.