La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria ha iniciado una investigación relativa a la seguridad de los cultivos de maíz genéticamente modificados (GM) en Europa, a raíz del estudio , publicado hasta la fecha, sobre el polen del maíz.

'Amigos de la Tierra' y 'Testbiotech' reclaman a las autoridades europeas que suspendan de inmediato el cultivo de este tipo de maíz. Se trata del maíz transgénico de Pioneer, conocido como 1507, con dos modificaciones genéticas que le permiten producir una toxina para combatir el taladro del maíz y a la vez ser tolerante al herbicida glufosinato. 

La asociación ha recordado que la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, en una carta del 16 de diciembre de 2014, anunció una nueva investigación para evaluar la seguridad de todas las variedades de maíz transgénico que se cultivan en Europa en la actualidad o aquellas que están en trámites de ser aprobadas. Así, ha destacado que según el anuncio, estas evaluaciones de seguridad se publicarán antes del 31 de mayo de 2015.

El estudio, que ha reabierto la investigación y el posicionamiento de la EFSA, recopila datos sobre las distancias que puede recorrer el polen del maíz. Un comportamiento que ha sido monotorizado por los investigadores durante 10 años.

Por su parte, la EFSA aconseja que la distancia de seguridad entre campos cultivados con maíz transgénico y espacios naturales sea de 20 a 30 metros, sin embargo, el estudio desvela que el polen puede viajar varios kilómetros.

Para proteger las especies catalogadas como sensibles al insecticida que contiene el polen transgénico, como las mariposas y las polillas, las distancias de seguridad deben basarse en rangos de kilómetros, según este estudio.

La investigación concluye que las evaluaciones de riesgo previas y las conclusiones relativas a las distancias de seguridad, la exposición potencial, y los efectos sobre los organismos "no objetivo" deben ser revisadas.

Liliane Spendeler, directora de 'Amigos de la Tierra' ha declarado que: "con esta nueva investigación se ve claramente que es imposible cultivar maíz transgénico sin provocar graves daños a la naturaleza, así como contaminación transgénica en los campos de cultivo convencionales y ecológicos. Además, ha explicado que la única conclusión lógica y científica que se desprende es que es necesario detener todo el cultivo de maíz transgénico en Europa.