La memoria del impacto normativo del proyecto de Real Decreto sobre la reducción del consumo de bolsas de plástico, que por el momento está en proceso de participación pública hasta el próximo 15 de septiembre, ha informado que a partir de marzo del próximo año 2018 se prohibirá la entrega gratuita a los consumidores de bolsas de plástico con un espesor igual o superior a 50 micras, exceptuando las ligeras.
Ya son muchos los establecimientos en los que se paga por las bolsas, pero, a partir de dicha fecha será obligatorio que los comerciantes cobren una cantidad por cada bolsa de plástico que proporcionen a los clientes, y deberán informar de ello a los consumidores exponiendo los precios en un lugar visible.
En esta memoria aparecen unos precios orientativos: cinco céntimos de euro a las bolsas de menos de 15 micras que se usan para alimentos a granel como frutas, verduras o legumbres; diez céntimos para las de entre 15 y 29 micras; y para las bolsas de más de 30 micras, unos 15 céntimos de euro por cada una de ellas.
El Real Decreto tiene como finalidad reducir el consumo de bolsas de plástico, además de cumplir con la normativa europea que obliga a informar sobre la cantidad de bolsas que se ponen en el mercado, lo que conlleva la creación de una sección de productores y un registro de los mismos, el registro de productores de productos (REPP).
La memoria de impacto detalla también que su puesta en marcha tendrá efectos positivos sobre la competencia y desde el punto de vista de las cargas administrativas supondrá un impacto de unos 3.400 euros para inscribirse en el registro y 136 euros anuales.
Esta medida supone un ahorro respecto a la presentación de información en las 19 CC.AA y ciudades autónomas, que requeriría, para este trámite, una cantidad superior a los 67.000 euros.
Hasta enero de 2020 se incrementaría en unos 653 millones de euros el gasto máximo en el consumo de bolsas, lo que sumado a los 146 millones actuales, supondría algo más de 800 millones de euros.
Además la memoria contempla que la prohibición a partir de 2020 de las bolsas de plástico ligeras no compostables supondrá un aumento del uso de bolsas de otros materiales como papel o tejidos, además de otros contenedores como carros o cestos, lo que favorecerá el desarrollo de otros sectores industriales.