Los plásticos tradicionales, producidos a partir del petróleo, son utilizados ampliamente debido a sus propiedades mecánicas y fisicoquímicas. Sin embargo, el elevado coste del petróleo, su agotamiento futuro y la escasa degradabilidad de los petroplásticos ha hecho que se busquen alternativas a estos.
Los bioplásticos son polímeros que provienen de fuentes naturales y renovables. Sus polímeros de glucosa sirven para que, tras un proceso de extrusión y otros tratamientos acaben convirtiéndose en material para cubiertos, envases o bolsas.
Actualmente la mayoría de los bioplásticos son producidos a partir de fuentes como la patata, maíz, trigo, o guisante. Esta industria ha crecido un 20 % cada año, de acuerdo a European Bioplastics, asociación que representa los intereses de dicho sector.
Bioplásticos, el 1% de la producción mundial
Los bioplásticos representan el 1% de la producción mundial, que está en torno a los 250 millones de toneladas al año, según informa Álvaro Estrada del Departamento de Información Técnica del Instituto Tecnológico del Plástico.
El proyecto "Biopolímeros a partir de la fermentación de syngas" (SYNPOL, en inglés), implementará tecnología para convertir el carbono contenido en los desechos en syngas, una sustancia compuesta de monóxido de carbono y CO2, que se usa para alimentar bacterias y permitir que produzcan bioplástico.
El proyecto piloto es la primera iniciativa europea que espera impulsar la producción de bioplásticos a partir de residuos y en España será liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Reducir costes, un reto
María Auxiliadora Prieto del Centro de Investigaciones Biológicas del CSIC considera que este proyecto podría reducir el coste de la producción de bioplásticos, además de tener un menor impacto medioambiental y disminuir el uso de disolventes contaminantes.El CISC ha desarrollado con anterioridad proyectos para producir bioplásticos.
Prieto arfirma que uno de los principales desafíos de transformar residuos en materia prima para bioplásticos es que el proceso pueda reproducirse de forma masiva: "No sabemos si el rendimiento va a ser adecuado, este procedimiento ya se ha hecho y se sabe que las bacterias son capaces de alimentarse a partir de syngas e incluso que pueden producir bioplásticos, pero no sabemos si vamos a producir lo suficiente como para que sea rentable", confirma. Asegura que usar residuos para la producción de bioplástico, no se compite con el sector alimenticio por la materia prima.