Una investigación encabezada por científicos de la Universidad Ludwing-Maximilian de Munich (Alemania) afirma que las consecuencias mundiales del cambio climático empeorarán en el futuro: las sequías de la época estival serán mucho más graves e intensas en Europa, donde la Península Ibérica sufrirá el mayor impacto.
El estudio, publicado en Frontiers in Water, recuerda que las sequías producidas en 2003, 2010 y 2018 dejaron al continente europeo con graves costes sociales, económicos y medioambientales.
En este sentido, el documento identifica cuatro ‘puntos calientes’ para el futuro: Francia, los Alpes, el Mediterráneo y la Península Ibérica. Por tanto, investigar la evolución de las sequías en el futuro es fundamental para responder adecuadamente a la crisis climática.
Además, la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que las sequías son la principal amenaza para los cultivos y el ganado a nivel mundial, y cerca de 55 millones de personas sufren sus consecuencias cada año.
Las previsiones estiman que entre el año 2080 y el 2099, el continente europeo sufrirá un aumento de la frecuencia y la intensidad de las sequías estivales y una reducción de las sequías de invierno. Por el contrario, las lluvias aumentarán en invierno y disminuirán en verano.
La probabilidad de sequías extremas incrementará un 25% en el centro de Europa, mientras que en Europa oriental y los Alpes, ascenderán al 20% y al 40% y en Francia, lo harán hasta el 60%.
Por su parte, el porcentaje de sequías extremas al sur del Mediterráneo se disparará hasta el 80%, y en la Península Ibérica, lo hará en un 96% en julio y un 88% en agosto. Además, en ambos meses se registrarán únicamente el 2 o 3% de las precipitaciones anuales de estas dos regiones.