Se llaman las lagartijas de mancha lateral y viven en el desierto de Mojave, en California. Se caracterizan por tener unas manchas marrones que les permiten fundirse bien con su entorno. Mientras que el cráter Pisgah otras lagartijas presentan unas manchas tan negras como las rocas volcánicas en las que viven. Aunque sean diferentes, ambas pertenecen a la misma especie: Uta stansburiana.
Los científicos de la Universidad de California en Santa Cruz, Estados Unidos, han analizado en caso de los lagartos de lava de Pisgah para justificar esta plasticidad fenotípica, conocida como el "efecto Baldwin", que describió el psicólogo James Mark Baldwin en 1896. Dicha teoría defendía que los animales alteran tanto su apariencia como su comportamiento para sobrevivir en un nuevo entorno.
En este nuevo trabajo, publicado en la revista 'Current Biology', los científicos han demostrado cómo los ejemplares se oscurecen para adaptarse al color de la roca volcánica. Para ello, identificaron genes que regulan la coloración y que difieren entre las poblaciones dentro y fuera de la lava; y descubrieron que los cambios genéticos en la población adaptados al flujo de lava hacen que esas lagartijas sean más oscuras que otras.
Claudia Luke, de la Universidad estatal de Sonoma, ha descubierto la plasticidad de la coloración de las lagartijas.
Cuando los investigadores recogieron lagartijas con manchas laterales y las movieron de un entorno a otro, los cambios en la coloración comenzaron a aparecer en una semana, y los cambios graduales en la coloración continuaron durante meses. "Parece que hay una acumulación lenta y gradual del pigmento de melanina oscura", precisa Ammon Corl, del Museo de Zoología de Vertebrados de la Universidad de California en Berkeley.
A pesar de tener esta plasticidad, dentro y fuera del flujo de lava para cambiar de color ante un nuevo entorno, las dos poblaciones tienen diferencias hereditarias en la pigmentación. El análisis genético reveló diferencias entre las dos poblaciones en dos genes implicados en la regulación de la producción de melanina.
Cruzaron lagartos de las dos poblaciones, criaron a la descendencia en un ambiente común y midieron la coloración de la descendencia. Esos experimentos demostraron que las variaciones en los genes relacionados con la melanina se correlacionan con la oscuridad de las pieles de las lagartijas.
El muestreo genético de las lagartijas de las rocas volcánicas sugiere que las variantes surgieron a través de mutaciones que ocurrieron en estos reptiles y se diseminaron dentro de esa población. Los estudios en modelos demográficos mostraron que las nuevas mutaciones aparecieron miles de años después de la erupción volcánica, hace unos 22.000 años.