Aunque su apariencia no llame demasido la atención, este singular árbol tiene a sus espaldas nada más y nada menos que 9.550 años de edad y está considerado el árbol más viejo del mundo.
El profesor de geografía física Leif Kullman lo bautizó como 'Old Tjikko' cuando lo descubrió en 2004, en honor al perro siberiano que lo acompañaba en sus exploraciones.
La prueba del carbono esclareció las dudas sobre su antigüedad. Un laboratorio de Miami (Florida), descubrió que sus raíces van camino de cumplir los 10.000 años, mientras que su tronco se estima en unos pocos cientos de años.
Durante miles de años, el árbol permaneció en forma de arbusto debido a las condiciones extremas del clima en el que se encuentra. Durante el calentamiento global del último siglo, el aumento de las temperaturas provocó que lo que era un pequeño matorral, se convirtiera en un árbol. Sus cuatro metros de altura son su parte más joven. Mientras, las raíces, se han conservado y regenerado durante toda su vida.
"Durante la Edad de Hielo, el nivel del mar era de 120 metros más bajo que en la actualidad. Gran parte de lo que hoy conocemos como Mar del Norte, las aguas entre Inglaterra y Noruega, era bosque en aquella época. Pero fueron los vientos y las bajas temperaturas la que convirtieron a Old Tijkko en una especie de bonsái, pues los árboles grandes no pueden sobrevivir tantos años", según explica Kullman, su descubridor.
Los árboles son algunos de los seres vivos más antiguos del planeta. A su lado, nuestra vida es solo un suspiro.