Según este estudio realizado por un grupo internacional de científicos, la extinción de estos reptiles que dominaron el planeta durante 65 millones de años no fue repentina, sino que algunas especies fueron desapareciendo paulatinamente durante los últimos 12 millones de años del periodo Cretáceo.

"Al contrario de lo que se creía, el Cretáceo no fue un 'mundo perdido y estable interrumpido violentamente por el impacto de un asteroide", dijo el investigador Steve Brusatte, de la universidad de Columbia en Nueva York.

A través del análisis de los fósiles de estos animales, los investigadores determinaron que las poblaciones de algunas especies de grandes herbívoros como los hadrosaurios o los ceratópsidos, de aspecto similar a los rinocerontes, empezaron a disminuir notablemente con anterioridad.

Según estos científicos, no hay manera de asegurar que estos grupos hubieran sobrevivido aunque no se hubiera producido el choque del meteorito contra la Tierra.

LA ESPECIE MÁS PEQUEÑA RESISTIÓ
En cambio, en este mismo período, el número de tiranousarios rex, de herbívoros de menor tamaño o de los enormes saurópodos se mantuvo estable o incluso aumentó durante esos años, lo que demuestra el dinamismo de los ecosistemas de esa época.

"La gente piensa en los dinosaurios como algo monolítico. Pero eran muy diversos. Había cientos de especies y muy diferentes en cuanto a dieta, forma y tamaño. Los grupos evolucionaron de maneras diferentes como demuestra este estudio", señaló Richard Butler, de la universidad Ludwig Maximilian de Múnich.

Este descubrimiento añade más misterio a "uno de los aspectos de la paleontología que ha despertado más fascinación", según Brusatte. "¿Puede ser que unas repentinas erupciones volcánicas o el impacto de un asteroide acabara con los dinosaurios cuando estaban en la flor de la vida? Creemos que fue mucho más complejo que una simple catástrofe", aseguró el investigador estadounidense.