El estudio, publicado en la revista ‘Nature Geoscience’, fue elaborado por investigadores de instituciones de Alemania, Austria, Chequia, Eslovenia, España, Estados Unidos, Finlandia, Francia, Italia, Lituania, Noruega, Polonia, Reino Unido, Suecia o Suiza.. Entre los autores españoles están Isabel Martínez, Emilia Gutiérrez y Octavi Planells, de la Universidad de Barcelona; Laia Andreu, del Centro de Investigación en Ecología y Aplicaciones Forestales (CREAF) y de la Institución Catalana de Investigación y Estudios Avanzados (ICREA), e Isabel Dorado, de la Universidad Politécnica de Madrid.
La actividad humana, un factor importante
Los científicos apuntan que en las últimas décadas se ha intensificado la sequía atmosférica en varias regiones de Europa gracias a las actividades humanas, lo cual “no tiene precedentes en los últimos 400 años”. Esa sequedad del aire se debe “con más del 98% de probabilidad” a “la influencia humana”, según los autores. La magnitud de esa tendencia es mayor en Europa occidental y central, la región de los Alpes y los Pirineos. “En vista de la sequía extrema y los fenómenos complejos de los últimos años, una mayor sequía atmosférica plantea un mayor riesgo para la vegetación, específicamente en las zonas densamente pobladas de las tierras bajas templadas europeas”, subrayan los científicos.