El Seprona ha hecho balance de su trabajo durante el año pasado y destaca en un comunicado que más de un 10 % de las actuaciones relacionadas con el medio ambiente estuvieron vinculadas a lesiones o muertes de animales.
Del total de denuncias, 10.920 estaban relacionadas con animales de compañía, 3.974 con animales peligrosos y 1.731 con razas caninas peligrosas.
Entre las principales operaciones recuerda “Abuse”, llevada a cabo en Málaga contra el maltrato y abandono de animales domésticos en el marco de la campaña #yosipuedocontarlo. En esta operación, agentes del Seprona de la Guardia Civil de Málaga, coordinados por la Fiscalía de Medio Ambiente, investigaron a 55 personas e intervinieron e inmovilizaron 233 animales.
Se llevaron a cabo asimismo más de 200 actuaciones de inspección de perreras particulares, explotaciones ganaderas y núcleos zoológicos, en las que se detectaron más de 630 infracciones administrativas por falta de idoneidad de los alojamientos, de alimentación, agua o higiene, falta de asistencia veterinaria o carencia de registros documentales.
El Seprona destaca el hallazgo de una finca en la que habían muerto por inanición treinta cabras, cuyos cadáveres convivían con el resto del ganado en un estado deplorable. El propietario manifestó a los guardias civiles que no podía ocuparse de los animales porque tenía problemas económicos para alimentarlos.
En 2018, la mayoría de los animales implicados fueron perros, pero también se encontraron caballos, ganado caprino o especies exóticas como tortugas o reptiles, que quedaron en su mayoría a disposición de las autoridades competentes y de protectoras de animales de la provincia de Málaga.
A lo largo de 2018 se contabilizaron más de 11.728 infracciones sobre maltrato animal y 772 delitos, con un total de 488 personas puestas a disposición judicial; y un año antes se registraron 11.277. infracciones, con un total de 866 delitos de maltrato en los que se detuvo o imputó a 488 personas.
En sus estadísticas, el Seprona incluye solo los casos de maltrato animal según su regulación en el Código Penal, que extiende la protección jurídica sólo a animales que de algún modo conviven en una esfera próxima al hombre. Esto significa que quedan excluidos los animales que viven en estado salvaje, pero el Seprona también actúa en ese ámbito y recuerda casos recientes como la muerte de un zorro a manos de un cazador o de una cría de jabalí acosada por dos perros azuzados por su dueño.