El 2021 ha sido el quinto año más cálido de la historia, con una temperatura media de 0,3 grados más a la del periodo de refeerencia 1991-2020, y entre 1,1 y 1,2 grados por encima de las medias preindustriales, según las mediciones de Copernicus, que también han revelado que las concentraciones en la atmósfera de CO2 continuaron en aumento a lo largo de 2021, hasta llegar a un pico de 414 ppm.
Las medidas puestas en marcha por los países para contener la expansión del coronavirus en 2020 y 2021 han logrado rebajar ligeramente (un 5,5%) las emisiones de gases de efecto invernadero que provocan el calentamiento globlal. Sin embargo, el grueso de las emisiones se mantiene en los mismos niveles elevados de 2018 0 2019.
A nivel mundial, el incremento de la temperatura media respecto a los últimos 30 años ha sido especialmente intenso en Canadá, la costa oeste de Estados Unidos y algunas regiones de África central y Oriente Medio, según aseguran desde el Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Plazo Medio (CEPMPM).
Europa registró en 2021 su verano más caluroso, con un récord de temperatura de 48,8 ºC, registrado en Sicilia, y una serie de acontecimientos climáticos extremos como las olas de calor sufridas en la región Mediterránea o las inundaciones en Alemania, Bélgica, Luxemburgo y Países Bajos.
Los incendios forestales en unas condiciones secas y cálidas arrasaron, especialmente, la zona mediterránea oriental y central, siendo Turquía uno de los países más afectados, aunque también los sufrieron Grecia, Italia, España, Portugal, Albania, Macedonia del Norte, Argelia y Túnez.
Aunque ambos han sido especialmente cálidos, el 2021 no ha sido tan caluroso como el 2020. Los nuevos datos de Copernicus muestran que en 2021 se alcanzaron niveles máximos y preocupantes de acumulación en la atmósfera de partñiculas de metano, si bien aún es pronto para determinar el motivo de este récord, que podría ser por los humedales, la agricultura o la producción de hidrocarburos.