Son datos del nuevo informe sobre incendios forestales en Europa, Oriente Medio y Norte de África en 2022, publicado hoy por el Centro Común de Investigación de la Comisión Europea coincidiendo con su presentación este miércoles de una propuesta de ley de vigilancia forestal para colmar lagunas sobre información de bosques y crear una base integral de datos. Además, según el informe, el total de tierras quemadas en 2022 en áreas protegidas de la red Natura 2000 (la reserva de biodiversidad de la UE) fue la mayor en una década. Por tercer año consecutivo, incendios forestales sin precedentes causan grandes daños medioambientales y económicos en la UE y trágicas pérdidas de vidas, señaló la Comisión Europea en un comunicado, en el que recordó que el peor año desde que se hace seguimiento fue 2017, cuando se quemaron 1,3 millones de hectáreas.
Los incendios forestales cada vez más frecuentes dañinos
"Esta es una señal clara de los impactos catastróficos del cambio climático", alertó la comisaria de Innovación, Investigación, Cultura, Educación y Juventud, Iliana Ivanova. Si bien la mayoría de los incendios (96 %) son causados por acciones humanas, se ven agravados porel cambio climático. Esta es, destacó Bruselas, una señal de advertencia de lo que el calentamiento global puede traer en los próximos años, a medida que las temperaturas aumenten y las sequías se vuelvan más pronunciadas en muchos países europeos. Por su parte, el comisario de Gestión de Crisis, Janez Lenarcic destacó además que gracias a las medidas de prevención implementadas por la UE y sus Estados miembros y a la mejora de la preparación y las operaciones de extinción de incendios de los servicios de extinción de incendios, se pudo contener el número de víctimas en 2022.
Datos correspondientes a 2023
Los datos muestran que hasta ahora los incendios forestales ya han quemado unas 500.000 hectáreas de terreno natural en la UE, incluido el mayor incendio forestal registrado en Alexandroupolis (Grecia), con más de 96.000 hectáreas quemadas. Este año, la Comisión destacó que se han vuelto a producir incendios forestales rampantes, difíciles de contener mediante la extinción tradicional por sus altas temperaturas, intensidad y velocidad, y que solo pudieron ser controlados cuando las condiciones meteorológicas mejoraron.
Otros incendios forestales críticos en la UE en 2023 se produjeron en Portugal, España, Italia y Grecia, recordó el Ejecutivo comunitario, pero destacó también que en los últimos tres años las llamas arrasaron por toda la geografía europea, no solo en el sur. Alertó de que la alta frecuencia e intensidad de los incendios forestales en verano coloca a los servicios de lucha de la UE en condiciones de peligro de incendio sin precedentes en las que, a menudo, la extinción aérea pierde su eficacia y la extinción terrestre resulta difícil o imposible. La tendencia de estos incendios sin precedentes se produce no sólo en Europa, sino también en todo el mundo, señaló.
Por eso, abogó por desplegar medidas de prevención a toda la población, pero especialmente a actores rurales en contacto directo con áreas naturales, así como al segmento cada vez mayor de la población que vive en la llamada interfaz urbano-forestal, donde los asentamientos construidos se encuentran dentro o adyacentes a las áreas naturales, y en la que se localiza la mayoría de incendios provocados por la acción humana.